domingo, 30 de septiembre de 2007

La Tristeza y la Furia


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizá donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…

En un reino mágico donde las cosas no tangibles se vuelven concretas…

Había una vez…

Un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…
Hasta aquel estanque mágico y transparente se acercaron la tristeza y la furia para bañarse en mutua compañía.
Las dos se quitaron sus vestidos y, desnudas, entraron en el estanque.
La furia, que tenía prisa (como siempre le ocurre a la furia), urgida – sin saber por qué - , se bañó rápidamente y, más rápidamente, salió del agua…
Pero la furia es ciega o, por lo menos, no distingue claramente la realidad. Así que, desnuda y apurada, se puso al salir, el primer vestido que encontró…
Y sucedió que aquel vestido no era el suyo, sino el de la tristeza…
Y así, vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calmada, muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y, sin ninguna prisa – o, mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo - , con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se dio cuenta de que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo. Así que se puso la única ropa que había junto al estanque: el vestido de la furia.

Cuentan que, desde entonces, muchas veces uno se encuentra con furia, ciega, cruel, terrible y enfadada. Pero si nos damos tiempo para mirar bien, nos damos cuenta de que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad, está escondida la tristeza.


Cuento de Jorge Bucay

viernes, 28 de septiembre de 2007

My Curse



Watched you walk away
Hopeles, with nothing to say
I screen my eyes
Hoping to see you again

This is my curse (the longing)
This is my curse (to)
This is my curse (the yearning)

This is my curse
There is love burning to find you
Will you wait for me?
Will you be here?

Your silence haunts me
But I still hunger for you

This is my curse (the wanting)
This is my curse (to)
This is my curse (the needing)

There is love burning to find you
Will you wait for me?

Still I want
And I still I ache
But still I wait
To see you again

Dying, inside, these walls (2x)

Can I see your face in these tears? In these tears
And I see your face...

There is love (8x)

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El Primero

Estaba pensando en cómo empezar un nuevo post, es algo complicado cuando una escribe lo que piensa y alguien llega y dice algo como “madre mía, cualquiera diría que, por tal y como escribes, eres una persona en depresión a punto de suicidarse”, lo cierto es que intimida a la hora de volver a escribir nada, y en ningún caso pretendo parecer una persona al borde del suicidio, aunque reconozco tristeza en algunas cosas, pero es que a medida que pasa el tiempo los momentos de felicidad se vuelven efímeros, hay días que incluso inexistentes, pero nada de quitarse de en medio, que tengo la certeza de estar aquí por algo, aunque aún no he sido capaz de encontrar mi sitio, aunque en este momento de mi vida me sienta totalmente desubicada en el mundo, sé que estoy aquí por algo, sino ya me hubieran barrido de la faz de la tierra cuando tuvieron oportunidad, porque el hecho de que hayan tenido la oportunidad de borrarte del mapa y no lo haya sido así, habiendo, bajo mi punto de vista, gente que sí lo fue y que sí habían encontrado su lugar y su por qué, da mucho que pensar.

Y aquí estoy, mirando por la ventana y buscando un poco de inspiración entre nubes de tormenta, sola, pero bueno, eso de estar sola cada vez lo llevo mejor, últimamente me estoy sumiendo en una relativa soledad, que, a pesar de gustarme hasta cierto punto, me hace sentir un poco mal. Es curioso, todo el mundo alguna vez se ha sentido la persona más sola del mundo cuando más gente la rodeaba, y eso es exactamente a lo que yo le llamo mi “relativa soldad”, al hecho de que cada día le pongo una capa más a mi coraza invisible, cada día hablo menos de mí y más de cosas nimias. En mi casa se sorprenden cuando les digo que voy a pasear sola, ciertamente es más aburrido que andar con alguien, pero ya le tienes que dar conversación, que poca gente puedes encontrar que no le haga falta hablar, que con mirar a la otra persona se haga una idea de lo que le pasa por la cabeza, igual es que para eso hace falta tiempo de relación, para conocerse y que las palabras sobren, que las miradas también hablan, pero hay muy pocos traductores en el mundo.
Y hago un punto y aparte porque el tema relación se lo merece, pero no sé que decir al respecto, más que estoy cansada de ciertas relaciones, de que yo quería volar despreocupada, y vuelo, sí, pero las noches se hacen largas cuando no puedes dormir dándole vueltas a preguntas que empiezan por “¿porqué…?, ¿cómo he llegado a esto?, ¿qué voy a hacer ahora?” etc, y que me paso los días procurando no tener mucho tiempo de pensar, en la calle, deseando por un lado que llegue la época estudiantil, para no tener tiempo, aunque de poco sirve…

Y para que nadie me diga “¿qué te pasa?, ¿por qué escribes esas cosas?” o similares, paso a despedir el primer post de este blog.