miércoles, 22 de octubre de 2008

Un toque de miedo y una pizca de pánico aderezado con un puñado de celos



Tengo miedo...


no creo que esté preparada para intentar nada, ni para dejar a ver cómo se desarrollan los hechos, ni para ilusionarme contigo (otra vez), ni tan siquiera para ser tu amiga.


Siento celos...


siempre he sido una celosa compulsiva (mal por mi, ya lo sé) pero un día logré domarlos, aunque hay quién dice que dejé de ser celosa cuando dejé de amar, no lo sé, pero contigo vuelvo a ser celosa compulsiva, y eso no puedo tolerarlo, y mucho menos por ti (pero no puedo remediarlo).

Veo que la única solución a esta historia es borrar cualquier indicio de tu existencia en mi vida, fuera del messenger, fuera del móvil, fuera fotos (ya se que parece rabieta de adolescente), y olvidar que un día te conocí, cambiar de look, de ciudad, incluso de país, porque no puedo con este sentimiento, con el miedo de volver a sufrirte, no puedo...





1 comentario:

Alfonso dijo...

Creo que los celos aparecen porque no tienes otra persona en quien pensar.
Piénsalo: No son celos, es envidia de que aparentemente, su vida vaya mejor que la tuya. Si fuesen celos la odiarías a ella.