Desde hace ya muchos muchos años, tengo la costumbre de que, el día de Nochebuena, suelo hacer un repaso del año escrito en mi diario, puesto que no tengo la constancia suficiente para hacerlo de manera regular.
El año pasado no pude escribir porque nos mudamos de nuestra casa de toda la vida ya que mis padres se habían comprado un chalet, pero para la Nochebuena pasada aún no estabamos viviendo en él, estabamos en una casa odiosa a la que con "cariño" bautizamos como la mazmorra, así pues rompí la tradición.
Este año ya estamos en la casa nueva, pero desconozco la localización de mi diario, lo cual es una pena, porque es monísimo, jajaja, y, ya que inicié este blog hace poco... pensé que sería un estupendo sustituto a mi diario perdido.
El 2006 fue un año de cambios: cambiamos de casa, como antes he dicho, porque mis padres cumplieron su deseo de tener un chalet aquí en Madrid, y, aunque no se lo entregaban hasta mediados de 2007, encontraron compradores para nuestra casa de toda la vida. Abandonar el hogar en el que has crecido, en el que has vivído tantas y tantas cosas... es muy duro, aunque el cambio sea para mejor. Después cambié de trabajo, como al mes, mes y medio, el trabajo en el que estuve cinco años de mi vida, cinco años en los que cambié como persona, en los que maduré, en los que conocí a muchísima gente, en lo que me pasó de todo... realmente fueron cuatro años, durante trece meses estuve de baja laboral, menudos meses, de esos no me apetece hablar. Fue complicado dejarlo, porque, aunque odiaba ese sitio, conocí a muy buena gente, y tenía miedo del nuevo trabajo ya que el que abandonaba lo manejaba a la perfeción, era una auténtica veterana, la gente que entraba nueva no duraba tanto. Y para acabar de rematar el año dejé al chico con el que había compartido cuatro años de mi vida, y precisamente ocurre a principios del mes de Diciembre, durante el puente, el día que descubro que tenía un bulto en el pecho, aquel día fue una paranoia absoluta.
El 2007 se inició con la buena noticia de que el bulto no era nada, menudo alivio.
El curso académico que había empezado en Septiembre de 2006 fue un año tirado a la basura, no pude encontrar las ganas ni la fuerza para sentarme a esforzarme a nada, y, aunque iba a clase, no tuve ganas.
Cada fin de semana he salido con mis amigas, no me he cortado de nada, al principio estuve un poco más desmadrada, tuve mis historias y no me corte un pelo, pero al final me decidí por una sola historia.
Ha sido el primer año que me fuí de vacaciones por mi cuenta, y no estuvo mal la experiencia.
He ido de compras cada vez que me sentía un poco triste y con eso de haber adelgazado casi 30kilos... ha sido todo un aliciente, jaja. Mi nuevo aspecto me agrada, no me siento perfecta, podría estar mejor, pero hacia mucho tiempo que no me encontraba tan agusto conmigo. Lo que más he comprado han sido conjuntos de ropa interior, antes no encontraba conjuntos bonitos, y ahora... no encuentro el momento de dejar de adquirirlos, jaja.
En general ha sido un año en el que me he sentido un poco tristilla, no por nada en particular, nose qué me habrá pasado, hay días que me siento mejor, y hay otros en los que preferiría que me tragara la tierra, y nunca me había pasado algo así...
La verdad que he resumido dos años en muy pocas palabras, pero llevo un rato pensando y no sé qué más poner, bueno, entre las que no quiero poner y las que no se me ocurren... jeje, pensaba poner lo que voy a hacer en Nochevieja, pero como eso aún no ha pasado y esto es un resumen... pues ya si acaso le dedicaré otro post.
Que todos tengais una agradable Navidad en compañía de los vuestros (ya sea familia o amigos), ojalá no hubiera nadie triste en el mundo, ojalá todos pudieran disfrutar el día de hoy ya que así nos han enseñado que debe ser este día.
Besos para todo el mundo.
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